Automatización de almacenes: claves para rentabilizar tu inversión
En un mundo que avanza a pasos agigantados hacia la eficiencia, la automatización de almacenes se erige como una revolución imparable. Un reciente estudio de la consultora McKinsey desvela proyecciones que anticipan un crecimiento exponencial en este sector: se prevé que el mercado de robots experimente un incremento de hasta un 50% anual hasta 2030, y que la automatización de almacenes crezca más de un 10% cada año.
De acuerdo con el análisis de McKinsey, las organizaciones están orientando sus inversiones hacia esta dirección y los expertos calculan que destinarán un promedio del 25% de su gasto de capital a la automatización en los próximos cinco años. En particular, todo apunta a que el sector de la logística y fulfilment liderará esta transformación, y se espera que la automatización represente más de un tercio del total invertido, el mayor porcentaje frente a cualquier otra área.
Esta dinámica atiende a la urgente necesidad de las empresas de crear cadenas de suministro más resilientes, capaces de responder y adaptarse a cualquier interrupción o desafío operativo. En este sentido, la automatización emerge como una solución estratégica para incrementar la velocidad, fiabilidad, flexibilidad y productividad en las operaciones de almacenamiento y fulfilment. Además, ofrece soluciones concretas a desafíos críticos del sector, como la gestión de la mano de obra, la optimización del espacio de almacén o el aumento del rendimiento, entre otras.
Automatización de almacenes como solución estratégica
Sin embargo, el camino hacia la automatización no está exento de desafíos. A pesar de la notable inversión prevista en automatización, algunos proyectos no consiguen materializar los resultados esperados. “Una inversión significativa no siempre se traduce en un retorno garantizado y, por tanto, no todas las empresas amortizan sus inversiones”, señala el informe de McKinsey. En concreto, el estudio apunta a la falta de una visión integrada, una comprensión limitada de la tecnología por parte de los líderes y la desalineación interna como principales escollos.
El estudio ilustra esta problemática con el ejemplo de una compañía de bienes de consumo que, tras invertir más de 150 millones de dólares en la unificación de varios almacenes en una sola instalación totalmente automatizada, descubrió discrepancias significativas entre sus previsiones y la operatividad real. Como consecuencia, las nuevas instalaciones acabaron utilizándose principalmente para la preparación de pedidos al por mayor, dejando infrautilizadas sus avanzadas funciones de automatización para la preparación de cajas y piezas.
Este caso subraya la importancia crítica de la fase inicial de ‘concepting’ y dominio de los datos y proyecciones a analizar conjuntamente con el cliente en el desarrollo de la solución para todo proyecto de automatización, especialmente en aquellos de gran envergadura.
César Nosti, director general de Element Logic en España y Portugal
Importancia de una planificación inicial efectiva
En cualquier iniciativa de automatización de almacenes, y especialmente en proyectos grandes y complejos, las decisiones que tomen las empresas durante las fases iniciales de desarrollo de la estrategia y planificación son fundamentales para el resultado final. Y, en concreto, el éxito real se encuentra en la habilidad para seleccionar e implementar soluciones que encajen perfectamente con las necesidades específicas de cada negocio.
Claves para una automatización de almacenes exitosa
Ante estos retos, el estudio de McKinsey comparte siete prácticas recomendadas que pueden marcar la diferencia en el éxito de la automatización de almacenes:
- Definición clara de las necesidades: Antes de empezar, conviene entender claramente qué problemas específicos se quieren solucionar con la automatización, como reducir costos operativos, mejorar el nivel de servicio, aumentar la capacidad de almacenamiento o la productividad.
- Fijar principios rectores para elegir la tecnología adecuada. La selección de tecnología se complica por su diversidad y complejidad. Las empresas deben comprender las diferencias entre las tecnologías, evaluar múltiples proveedores y explorar opciones de adquisición o asociación para hacer comparaciones válidas.
- Visión a largo plazo y planificación flexible y escalable: Es importante planificar teniendo en cuenta el crecimiento futuro y la evolución del mercado, lo que permite ajustar la inversión a medida que cambian las necesidades del negocio. En este sentido, un sistema más costoso, pero escalable puede ser preferible si permite adaptaciones futuras fácilmente.
- Pensar en soluciones de red, no en islas de automatización: La máxima eficiencia se logra con una visión holística y estratégica, buscando soluciones que beneficien a toda la red o sistema, en lugar de enfocarse solamente en mejoras locales o aisladas.
- Maximizar el ROI con una planificación y gestión proactiva del capital: Implementar las mejores prácticas y tener un control centralizado puede ayudar a alinear a los interesados y optimizar los procesos de adquisición y contratación, gestionando proactivamente los riesgos.
- Desarrollar un plan de implementación robusto: Los proyectos de automatización necesitan tiempo para la integración de equipos. La fase de pruebas debe ser exhaustiva, y el despliegue debe planificarse cuidadosamente para minimizar riesgos y asegurar una implementación efectiva.
- Mirar más allá de la tecnología: La automatización también requiere equipos altamente capacitados. La adquisición de talento adecuado implica un enfoque sistemático para el reclutamiento, la capacitación y la retención.
En definitiva, la clave para rentabilizar cualquier inversión en automatización de almacenes reside no solo en la tecnología en sí, sino en cómo esta se alinea con los objetivos específicos de tu empresa y se integra dentro de tu operación global
César Nosti, director general de Element Logic en España y Portugal